La respuesta simple: somos todos las priesas y depredadores, porque "la ocasión hace el ladrón".
Pero veo demasiada sangre por las paredes. La gente se estripa sola para mirar a todas las ventanas con ojos de corza - "pobre de mí, que tanto sufro, miradme, miradme!" Quieren que alguien más lama sus heridas. Quieren lamer las heridas unos de los otros. Pero la verdad es que la mayoría busca un alivio que debería venir de dentro, no de fuera.
Pero los lobos nunca cambian de naturaleza: husmean la carne fresca y atacan. Y las corzas, ciegas por su própria miseria, entienden con eso que el Mal con Mal se paga. Comen la carne de sus compañeras, y no das dos minutos son los lobos ellas mismas...
Yo veo demasiada sangre por las paredes y eso me exaspera. Se supone que no seamos más unos críos. Qué hacer, Rosa? A veces no hay más remedio que ser su proprio lobo...
obviamente nosotros somos la presa y tu la depredadora...
ResponderEliminarVeo yo más presas queriendo ser perseguidas y consecuentemente expuestas, que un depredador con ganas de cazar...
ResponderEliminarLa respuesta simple: somos todos las priesas y depredadores, porque "la ocasión hace el ladrón".
ResponderEliminarPero veo demasiada sangre por las paredes. La gente se estripa sola para mirar a todas las ventanas con ojos de corza - "pobre de mí, que tanto sufro, miradme, miradme!" Quieren que alguien más lama sus heridas. Quieren lamer las heridas unos de los otros. Pero la verdad es que la mayoría busca un alivio que debería venir de dentro, no de fuera.
Pero los lobos nunca cambian de naturaleza: husmean la carne fresca y atacan. Y las corzas, ciegas por su própria miseria, entienden con eso que el Mal con Mal se paga. Comen la carne de sus compañeras, y no das dos minutos son los lobos ellas mismas...
Yo veo demasiada sangre por las paredes y eso me exaspera. Se supone que no seamos más unos críos. Qué hacer, Rosa? A veces no hay más remedio que ser su proprio lobo...