(...)

Entre la multitud de la noche, el bullicio de todas esas voces que perforaban un silencio que podría ser maravilloso, los pasos cortos y torpes de los que se agolpaban en las calles, allí me encontraba, perdida entre tanta algarabía. Y tu estabas a mi lado, feliz y sin preocupaciones, tu sonrisa denotaba que todo iba funcionando. Sentado en el parque miraste al cielo oscuro reflejándose en tus ojos la esperanza de un futuro nuevo. Ausente os oía pero apenas os escuchaba, estaba sumergida en los pensamientos que me golpeaban sin cesar y parecían ser como murmullos con eco. Distintos sentimientos se iban apoderando de mi mientras hablabais era una mezcla de alegría y tristeza, junto con rabia y desilusión. Creo que no debí intentarlo, era mejor dejarlo durante un tiempo pero siempre me dejo vencer por las emociones... .Opté por callarme y examinar esos sentimientos que me estaban incomodando, llegué a la conclusión de que me he quedado estancada.

“No quiero volver hacia atrás, pero tampoco puedo avanzar. Estoy en un punto muerto, donde nada fluye, nada se mueve. No creo que se vaya a mover en un tiempo, es más no tengo ganas, ahora si que no espero nada...”

Tras haber estado meditándolo de camino a casa, decido quedarme unos minutos en silencio sentada en la cama, dejando que ese ansiado silencio penetrara por mis oídos,relajándome...

Me voy a dormir, mañana será un nuevo día sin movimiento. A partid de ahora cerraré la puerta antes de salir.

Beethoven- Sonata Claro de Luna- Adagio Sostenuto.